Es el guardián silencioso de Gotham City. Su Caballero Oscuro y su protector. Pero ya no está en Gotham.
Los siniestros planes de Dos Caras han llevado a Batman muy lejos de la ciudad que considera su hogar, a cientos de kilómetros de distancia, y han hecho que se adentre en maizales, caminos sin asfaltar y carreteras perdidas del interior de los Estados Unidos. Pero allí no está solo. Dándole caza hay toda una legión de asesinos salidos de las profundidades de la galería de villanos del Cruzado de la Capa, dispuestos a destruir al Murciélago y a cobrar la recompensa ofrecida por su cabeza. Mientras tanto, una impía trinidad de jefes mafiosos que opera en su hogar —el Gran Tiburón Blanco, Máscara Negra y el Pingüino— se dispone a apoderarse de todo en cuanto el Caballero Oscuro haya muerto. Incluso Jim Gordon y la Policía de Gotham le siguen la pista al Hombre Murciélago.